RECETA de repostería: "Tarta de queso con remolacha y mermelada de arándanos"

Carmen de la Torre                                                                    Receta de repostería        

      





REMOLACHA   

Junio, julio y agosto es la temporada de éste tubérculo nutritivo de raíz profunda (una de mis hortalizas favoritas), con un rojo intenso y unas hojas comestibles, tanto crudas como cocidas, este tubérculo está presente en muchas de mis elaboraciones, bebidas saludables, sopas frías o "gazpachos peculiares". 

Según los expertos en nutrición ésta quenopodiácea es rica en folatos  (vitamina B9 o vitamina M), vitaminas del grupo B y C, potasio, carotenos y azúcares en forma de sacarosa, estos últimos nos vendrán perfecto para comenzar mi propuesta culinaria.

Comencemos éste proceso sencillo, en el que no necesitaremos utilizar el horno.

Estoy segura que os sorprenderá.


RECETA de repostería 

"Tarta de queso, con remolacha y mermelada de arándanos"

Ingredientes:

Tarrina de queso de 350 gramos

1 remolacha mediana 

1 palo de canela 

150 gramos de azúcar 

2 cucharadas soperas de miel  

3 láminas de gelatina neutra (para la crema), opcional 1 lámina para la mermelada

2 cucharadas soperas de agua 

1 paquete de galletas maría integral (200 gramos)

100 gramos de mantequilla (pomada) 

1 cuchara de canela en polvo 

1 yogurt griego

4 cucharadas de mermelada de arándanos

Papel para horno (para forrar)

Recipiente desmontable (25 cm)

Bol

Cuchara

Cuchillo 

Espátula 

Cazo o cazuela pequeña 

Escurridor 

Batidora

Molinillo 

Vaso grande 


Primer paso:

Ósmosis, es el proceso de liberación de los azúcares de la remolacha (24 horas antes). 

En primer lugar, limpiaremos con un cepillo la remolacha, pelamos esa primera capa (con un cuchillo) y seguido en un cazo, la cocemos cubierta de agua junto con 1 palo de canela, durante 20 minutos a fuego medio (pinchamos para confirmar su cocción). Escurrimos y la depositamos en un recipiente cubierta con 150 gramos de azúcar, durante 12 o 24 horas, para el proceso de osmosis (foto). 

Sugerencia: Si no tenéis la posibilidad de obtener remolacha fresca, a vuestra disposición, se encuentra en el supermercado la excelente opción de remolachas cocidas envasadas al vacío (bio).


Segundo paso:

Elaboracion. Media hora antes sacamos los 100 gramos de mantequilla fuera del frigorífico (mantequilla pomada). Pasado el tiempo, comenzamos formando la base de la tarta, triturando el bloque de galletas integrales, y a continuación, incorporamos los 100 gramos de mantequilla pomada junto con una cucharada de canela en polvo, trituramos para integrar bien, y seguido recortamos un circulo y dos rectángulos de papel de horno para forrar nuestro molde (personalmente he elegido un recipiente de 25 centímetros de diámetro porque me gusta la tarta baja y fina). Seguido vertemos lo triturado sobre el recipiente desmontable, como base de nuestra futura tarta, con la ayuda del fondo de un vaso, asentamos bien al recipiente (foto). A continuación, lo llevamos a la nevera durante una hora.

Mientras, hidratamos la gelatina, sumergiendo las 3 láminas en un vaso de agua, cuando estén, las depositamos sobre la cazuela donde tenemos la remolacha con el proceso finalizado, incorporamos también, la tarrina de queso, el yogur griego y la miel, y lo llevamos a fuego medio bajo durante 5 minutos, seguido lo trituramos hasta que esté la crema toda integrada. Con la ayuda de una espátula (para una caída de la crema más suave) vertemos la crema sobre la base de galletas, a continuación lo llevamos en la nevera, unas tres o cuatro horas (sin prisas).


Tercer paso:

Trascurrido el tiempo, solamente tenemos que elaborar la última capa de la tarta. Hidratamos la lámina de gelatina en un vaso de agua. Seguido en una cazuela depositamos cuatro cucharadas de mermelada de arándanos, dos cucharadas de agua y la lámina de gelatina hidratada. Calentamos a fuego medio bajo, removemos hasta que se disuelva la gelatina, y una vez todo integrado, vertemos, con cuidado sobre la superficie de la crema, seguido llevamos la tarta a la nevera, y la dejamos unas tres horas antes de servir.

Sugerencia: Este último paso si os resulta largo o tenéis prisa, podéis pasar al plan "B", sencillamente extender la mermelada al gusto.

Ahora tras el baile de tiempos, solamente queda ... disfrutar en un día especial, de una tarta diferente.

¡Salud!.



En proceso de osmosis 

Después de la osmosis 

















Con el paso del tiempo se me acumulan muchas recetas, y me he dado cuenta que para recordar cada una de ellas necesito escribir, he dejado a un lado todos mis cuadernos de pequeñas anotaciones culinarias y me he decidido a compartir algunas de mis recetas, a través de este blog (pinchar), aquí están recopiladas, con el propósito de que mis propuestas os motiven a su elaboración. Por otro lado, si se os ocurren otras sugerencias, y queréis compartirlas, estaré gustosa de recibir vuestras propuestas en este pequeño espacio para compartir. Muchas gracias y buen día.



"La alimentación es vida, y la vida no debe separarse de la naturaleza" Masanobu

Comentarios

Entradas populares de este blog

RESEÑA LITERARIA: "Los siguientes" de Pedro Simón

RESEÑA LITERARIA: "Mujer en punto cero" de Nawal El Saadawi.

RESEÑA LITERARIA:" Los ingratos" y "Los incomprendidos" de Pedro Simón