ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SALUDABLE: Aprender a meditar.

Carmen de la Torre                                                                         Envejecimiento activo y saludable.

 



 

TALLER PRÁCTICO PARA EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SALUDABLE.

APRENDE A MEDITAR

La meditación no puede considerarse un deporte, pero sí un ejercicio muy beneficioso para uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, el cerebro.

Todos estamos compuestos por aspectos externos e internos. Pero párate a pensar: ¿cuántas horas al día dedicas a lo externo, especialmente a lo que nos muestra el espejo, y cuántas a lo interno?. La meditación es una vía para prestar atención a nuestro interior. Estamos tan pendientes del mundo exterior que nos olvidamos de lo que hay dentro de nosotros/as. Hay personas que viven muy separadas de su cuerpo, por algún acontecimiento traumático. Invertir en relajación es invertir en nosotros mismos.

Con este ejercicio vas a aprender a meditar de una manera muy sencilla. La intención de esta actividad es que prestes atención a tu interior, te alejes del mundo externo (mas tarde lo atenderás), y encuentres la paz durante unos minutos.

Si sientes alguna molestia o dolor durante la meditación, cambia de postura y afloja la ropa para volver a estar cómoda/o. Haz todo lo que necesites para estar relajado/a y tranquilo/a.

 

Ponte cómoda/o. Siéntate o túmbate en un lugar que también lo sea y relájate de las distracciones.

Pide a tu cuerpo que se relaje, conecta con tu cuerpo. Respira profundamente y pon toda tu atención en relajarte durante unos minutos, en encontrar la tranquilidad. Cierra los ojos y la boca. Respira normalmente por la nariz.

Vas a concentrarte en tu respiración. Observa cada inhalación y exhalación. Dirige el aire hacia el abdomen. Concentrate en tu respiración. Haz varias respiraciones, sientelas y evita cualquier distracción. Relájate.

Sigue concentrado/a en tu respiración. Siente el aire entrar y salir. Los pensamientos acudirán a tu mente. No se trata de impedir que aparezcan, sino de dejarlos pasar, observalos como algo externo a ti. Imagina que son nubes que surcan el cielo. Concéntrate en tu respiración. Relájate.

Ahora dirige tu atención hacia tu mente. Escucha el silencio, siente la tranquilidad. Es posible que aún aparezca algún pensamiento, como que tienes que tender la ropa, ducharte antes de cenar y preparar la comida para mañana. No fuerces nada, déjalo pasar. Siente el silencio y disfrutalo. Si los pensamientos vuelven a asaltarte, dirige de nuevo tu atención hacia tu respiración. Haz varias respiraciones profundas, deja pasar los pensamientos, concentrate en la respiración. Relájate.

CUANTO MÁS PRACTIQUES, MENOS TE ASALTARAN LOS PENSAMIENTO.

Observa lo que te ocurre cuando aparecen, como si fueras una espectador/a. No juzgues tus sensaciones ni tus emociones, simplemente sé testigo y toma conciencia de ellas. Relájate concentrate solo y únicamente en tu respiración.

Haz varias respiraciones profundas y sal lentamente del estado de meditación.

 



 

SUGERENCIA EN INTERIOR: Cuida el espacio para la actividad, ventila  previamente y acondiciona con una temperatura agradable la estancia, si fuera necesario utiliza una pequeña manta para cubrirte.

Puedes hacer este ejercicio por las mañanas, cuando te levantes, o por las noches, antes de acostarte. Pero si decides esto último recuerda que, no se trata de quedarse dormida/o, sino de prestar atención, quizás por primera vez en mucho tiempo, a tu interior, al tiempo que bajas los niveles de cortisol (hormona del estrés), y liberas serotonina (hormona de la felicidad).

SUGERENCIA EN EL EXTERIOR: En muchas tradiciones espirituales, el alba (el instante más plácido del día), se considera el momento ideal para la meditación. Sal de casa al amanecer, y buscar un sitio desde donde se vea salir el sol. Cuando se asome por el horizonte, abre la conciencia a los colores y a la luz del cielo, y disfruta de la belleza del nuevo día. Siente cómo calienta tu cara los rayos del sol, y deja que el corazón se llene de esperanza. ¡Sin lugar a dudas, has empezado muy bien el día!.

Si hace mal tiempo o te resulta imposible ver el sol con claridad, visualiza el alba.

Es importante atender a las señales que te manda tu cuerpo, para invertir en salud, que resulta ser la mejor de todas las inversiones

Para finalizar te dejo una recomendación literaria ligada a la salud, "Pensar con el cuerpo" de Jader Tolja y Francesca Speciani


"He sido y aún soy un buscador, pero he dejado de hacerles preguntas a las estrellas y a los libros; he empezado a escuchar las señales que me susurra mi sangre" Hermann Hesse.

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